Hace meses que vengo diciendo y repitiendo: Quiero mi verde, quiero lo que yo quiero. Ahora bien… muy claro el concepto, pero muy errado en el modo. Sigo en muchas ocasiones, esperando que los otros me den lo que yo quiero. No me lo proveo, lo busco, pero busco el que me lo provea a mí, y no me lo proveo a mi misma. Diría Alberti como en las viejas épocas de Todo x $2, estamos LAAAACAS? Pongo mi centro de búsqueda afuera en vez de ponerlo en mí. Y me frustro, una y otra vez. No me tratan como yo quiero, no me dicen lo que yo quiero oir, pero insisto… insisto porque no puede ser que a mí no me suceda. En vez de soltar y seguir al objetivo correcto, proveerme de lo que necesito, necesito buenos tratos y sigo aceptando malos. Necesito amor y sigo conformándome con lo que me toca. Internamente, es muy muy adentro el juego, pero el afuera tiene la culpa de lo que no me proveo yo sola. Yo sé que quiero tranquilidad en mi vida, que no aguanto mas la violencia ni verbal ni física ni directa ni encubierta, sé que quiero amor del bueno y no solamente compañía de a ratos, sé que quiero poder cuidarme yo misma, antes de volver a poner el cuerpo y el corazón donde no corresponde. Hasta que eso no suceda, el vacío debe aparecer. Por ahí hasta ahora nunca confié en que yo pudiera obtener lo que quiero, porque sigo pensando que el mundo es el que debe proveérmelo. Vamos a ver si esta vez, por este rato de lucidez, me apoyo en mi misma como proveedora, y asi logro confiar. Porque si no confío en mí, en quién mas entonces?

Vamos al centro? Subte o colectivo? Mejor…. Mejor vamos caminando y disfrutamos el camino.



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