Una frase que me la repetía... una frase que la creia posible, pensándola. La cabeza decidía cuando dejaba de analizar y dejaba que el corazón decidiera. Hoy trabajé el desarme... trabajé mis metas... llegar a mis metas, dejando atras eso que me detiene. La que me detiene es mi cabeza... quiero sentir y confiar en lo que siento sin que mi cabeza juzgue. Pero hoy noté algo mas... de donde me angustio, por qué esto de sentir me parece tan ridículo. Cada vez que siento, también siento que me voy de mí, como que dejara que el otro me robe partecitas mias, asi como decia Cristina Yang en Grey's Anatomy el otro día. Me cuesta sentir porque me voy de mi. Me voy de mí porque esa nenita que amaba a su papá recibía una puñalada por la espalda cada vez que se acercaba demasiado. Me muero por sentir y me muero de miedo porque estoy todo el tiempo esperando la puñalada, esperando la desilusión casi como si la buscara, entonces me la paso todo el tiempo evitando ese momento y vuelvo todo eso que siento en irreal porque lo fabrico yo misma. La niña herida que no me deja confiar en lo que siento. La niña herida que mantiene mi pecho escondido hacia adentro. Necesito dejar ese miedo en la cancha porque tengo un deseo, deseo creer esto que siento, y sentirlo verdadero, sólo por eso, por sentirlo... hoy siento, y no estoy provocando constantemente... solo un poco cuando la insegura me grita en el oído. Este año comenzó hoy de nuevo, y comenzó con un nuevo desarme, espero poder curar a esa niña herida que llevo para poder dar ese paso que necesito adelante.


This entry was posted on 2:37 a. m. and is filed under . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.